
30.8.10
26.8.10
I am the kill.
I am anarchist. I am a plagiarist. A terrorist. Attention getter. I am optimist. A closeted.
An antichrist. An asterisk. I am atheist. An acolyte. An alcoholic. I am eleven feet, okay, eight. Six foot three. I am an amazon. An ampersand. An accident. I am a rocket ship. A jet fighter. A paper airplane. I have a tendency, to exaggerate just a little bit.
I am anarchist. I am a plagiarist. A terrorist. Attention getter. I am optimist. A closeted.
An antichrist. An asterisk. I am atheist. An acolyte. An alcoholic. I am eleven feet, okay, eight. Six foot three. I am an amazon. An ampersand. An accident. I am a rocket ship. A jet fighter. A paper airplane. I have a tendency, to exaggerate just a little bit.
25.8.10
21.8.10
13.8.10
10.8.10
9.8.10
Lo más lindo de que este blog se llame 'nido', no se refiere a que yo cuente mis experiencias de mi nido actual y de lo lindo que es. Al contrario, quiero aprender de este 'nido', medio roto, con pájaros que te picotean la cabeza hasta la masa cerebral que NO hacer con el nido que yo planeo construir con amor, dedicación, libertad y paciencia.
No quiero mi nido con pequeños pájaros lástimados, sin poder piar, ni cantar, y menos que menos, volar. Que les duela la columna, que transpiren y que sientan miedo cuando el pájaro papá venga a tomar cuenta de sus plumas.
Quiero otro nido, quiero que las ramas que formen mi nido estén juntas por consentimiento y no por conveniencia. Que por más fuerte que sea la lluvia, los huevos no se lastimen, y que ambas golondrinas cuiden a sus crías juntos, en trabajo en equipo. Que vuelen juntas y siempre con su misma pareja, como un buen ejemplo de hirundaes.
Este nido se está desgarrando de a poquito... hay pájaros demasiado grandes que sabotean el lugar del pichón, hay pájaros flacuchos que no pueden comer semillas ni lombrices, hay pichones que quieren aprender a volar rápidamente y sobre todo, hay dos golondrinas que equivocan lo que es el 'soportarse' y el 'quererse'.
Hay diferentes plumas, aunque todos sean una familia. Hay diferentes picos, aunque todos sean golondrinas. Todo es diferente. Esto no es realmente un nido. Es un estúpido y patético conjunto de ramas a punto de quebrarse que mantienen a cinco golondrinas que vivieron lastimadas, solas y solitarias.
Pero, por lo que yo veo de mi avistamiento de aves, es que hay una golondrina. Muy pequeña, muy colorida y llena de vida (aunque la esconde cuando los papás pájaros llegan porque a ver si esta es nada más una pajarita que come y vuela) queriendo irse volando.
Queriendo encontrar su propio nido, con otro ave que ya elijó como buena golondrina que és. Y, cuidado, las golondrinas eligen una sola pareja de por vida, pero hay golondrinas con cerebro de pájaro que las eligen porque sí. Esta golondrina de la que hablo yo, la chiquitita, tiene más en la cabeza, créanme, y no eligió al azar, para nada.
Tiene bien decidido que quiere de su nido.
Tiene bien decidido que quiere de su ave.
Tiene bien decidido que quiere de su plumífera vida.
¿Terminando el vuelo? Espero que, algún día, el pájaro mayor -por más que incontables veces la golondrinita lo quiere, lo admira y lo aprecia- no le rompa más los huevos.
No quiero mi nido con pequeños pájaros lástimados, sin poder piar, ni cantar, y menos que menos, volar. Que les duela la columna, que transpiren y que sientan miedo cuando el pájaro papá venga a tomar cuenta de sus plumas.
Quiero otro nido, quiero que las ramas que formen mi nido estén juntas por consentimiento y no por conveniencia. Que por más fuerte que sea la lluvia, los huevos no se lastimen, y que ambas golondrinas cuiden a sus crías juntos, en trabajo en equipo. Que vuelen juntas y siempre con su misma pareja, como un buen ejemplo de hirundaes.
Este nido se está desgarrando de a poquito... hay pájaros demasiado grandes que sabotean el lugar del pichón, hay pájaros flacuchos que no pueden comer semillas ni lombrices, hay pichones que quieren aprender a volar rápidamente y sobre todo, hay dos golondrinas que equivocan lo que es el 'soportarse' y el 'quererse'.
Hay diferentes plumas, aunque todos sean una familia. Hay diferentes picos, aunque todos sean golondrinas. Todo es diferente. Esto no es realmente un nido. Es un estúpido y patético conjunto de ramas a punto de quebrarse que mantienen a cinco golondrinas que vivieron lastimadas, solas y solitarias.
Pero, por lo que yo veo de mi avistamiento de aves, es que hay una golondrina. Muy pequeña, muy colorida y llena de vida (aunque la esconde cuando los papás pájaros llegan porque a ver si esta es nada más una pajarita que come y vuela) queriendo irse volando.
Queriendo encontrar su propio nido, con otro ave que ya elijó como buena golondrina que és. Y, cuidado, las golondrinas eligen una sola pareja de por vida, pero hay golondrinas con cerebro de pájaro que las eligen porque sí. Esta golondrina de la que hablo yo, la chiquitita, tiene más en la cabeza, créanme, y no eligió al azar, para nada.
Tiene bien decidido que quiere de su nido.
Tiene bien decidido que quiere de su ave.
Tiene bien decidido que quiere de su plumífera vida.
¿Terminando el vuelo? Espero que, algún día, el pájaro mayor -por más que incontables veces la golondrinita lo quiere, lo admira y lo aprecia- no le rompa más los huevos.
A little bird told me:
come closer,
RE·CORD,
yo en pijama
4.8.10
3.8.10
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